La Música litúrgica en la reflexión sobre el Misterio Pascual

Autor

  • Robert Tyrała Universidad Pontificia Juan Pablo II de Cracovia; Academia de Música de Cracovia

DOI:

https://doi.org/10.15633/pms.1511

Słowa kluczowe:

música litúrgica, Triduo Pascual, cantos del coro y de los hermanos, egos durante el Triduo, Misa de la Cena del Señor, Liturgia de la Pasión, Vigilia Pascual

Abstrakt

Si “la música constituye la parte integral de la liturgia solemne” (KL 112), es muy importante que durante las celebraciones más importantes en el templo, y especialmente durante las celebraciones litúrgicas, ella se convierta en un signo muy comprensible, transparente. Cuando de hecho preparamos la música litúrgica, debemos tomar siempre en consideración: el año litúrgico, es decir el período, la solemnidad o recuerdo, nos centramos en el contenido de la antífona de la misa en referencia a los cantos de entrada y de la comunión), el formulario de la misa, el contenido de la colecta y de las lecturas de la misa, especialmente el Evangelio. Todos estos valores y contenidos de las oraciones y de las lecturas litúrgicas contempladas deben verse reflejados en la música que se propone para una celebración concreta. Ahí radica su integralidad: no es un simple complemento, añadido, substitución, entretenimiento musical, sino que es idéntica que la liturgia, está relacionada con la misma de forma indisoluble, intrínseca. Fluye de la misma y a ella conduce. La enriquece, la embellece y constituye su signo más comprensible.
No ocurre de forma distinta con la música durante el Triduo Pascual. Esta música debe ponderarse mucho más, porque nos encontramos con el punto culminante del año litúrgico, la fiesta de Cristo sufriente, crucificado y resucitado. Es el acontecimiento salvífico más importante que celebramos en ese momento. Hacia el gran significado y expresividad de estos días santos del Triduo Pascual llamó nuestra atención el papa Benedicto XVI durante la audiencia general del 19 de marzo de 2008. Que estas palabras sean una conclusión particular de mi intervención. El Santo Padre dijo:
Los próximos tres días se llaman comúnmente “santos” porque nos hacen revivir el evento central de nuestra Redención; nos reconducen de hecho al núcleo esencial de la fe cristiana: la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo. Son días que podemos considerar como un único día: constituyen el corazón y el punto de apoyo de todo el año litúrgico, así como de la vida de la Iglesia. […] Recordar los misterios de Cristo significa también vivir en profunda y solidaria adhesión al hoy de la historia, convencidos que todo lo que celebramos es una realidad viva y actual. […] Estos días renuevan en nosotros la gran esperanza: Cristo crucificado ha resucitado y ha vencido al mundo. El amor es más fuerte que el odio, ha vencido y debemos asociarnos a esta victoria del amor. Así que debemos recomenzar desde Cristo y trabajar en comunión con Él por un mondo fundado en la paz, en la justicia y en el amor

Bibliografia

Benedykt XVI, Udienza Generale, (19 03. 2008), www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2008/documents/hf_ben-xvi_aud_20080319_it.html

Congregatio pro Culto Divino, Letterae circulares Paschalis sollemnitatis. De festis paschalibus praeparandis et celebrandi (16 I 1988), „Notitiae” 24 (1988), pag. 81-107.

Congregación para el Culto Divino, Carta circular dada en la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos La preparación y celebración de

las fiestas pascuales, www.aciprensa.com/Docum/documento.php?id=95.

Nadolski B., Liturgika, t. 2, Liturgia i czas, Poznań 1991.

Opublikowane

2014-10-31

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